BABA DE CARACOL: ¿Invento comercial?


¿Podría tratarse de una nueva presentación de producto cosmético creado para competir en el denso ámbito de la oferta cosmética?
Cada temporada parece que los laboratorios estén buscando formatos diferentes para encontrar un hueco en la gama de productos existentes en el mercado y con los que sorprender a los consumidores haciendo que esto ejerza un efecto de llamada de atención sobre su producto en detrimento de los de la competencia.
¿Será este el caso?

Sobre este producto, dicen sus fabricantes que tiene un efecto milagroso sobre las imperfecciones de la piel como manchas, acné, cicatrices y heridas, también como antiarrugas y antienvejecimiento. Vamos, que lo soluciona todo.

El producto, aseguran, está hecho con la baba de caracol que les sirve para desplazarse. Se ha analizado y esta sustancia viscosa carece de cualquier propiedad de mejoría de la piel. 
En todo caso la tendría otro tipo de secreción que el caracol produce en respuesta a circunstancias estresantes de su entorno ambiental, ya que esta sustancia sí que tiene algunos principios activos como la Alantoína.
Según la Agencia Española del Medicamento, la alantoína es un producto cosmético calmante y protector de la piel.

Esta molécula  se encuentra en muchos animales y plantas como en la raíz de Consuelda. 
Se encuentra a menudo en la orina como producto de desecho del metabolismo de las proteínas, en los mamíferos.  Está compuesta por dos moléculas de urea, que junto con el ácido úrico y el amoníaco  se sirven de la vía urinaria para excretar el exceso de nitrógeno.

El problema es que la secreción del caracol no la posee en la cantidad necesaria como para ejercer alguna acción sobre la piel, ya que, según la FDA la cantidad necesaria para hacer un efecto dermatológico está entre 0,5 y 2%.

Según la fuente informativa siguiente:

Podemos ver que, según afirman, no es baba natural de caracol sino una gelidificación que se hace a partir de un polímero carbopol, que transforma el agua en gel con cierta elasticidad y que se parece a la baba del caracol en su textura.

Por lo que deduzco que ni siquiera este producto, presuntamente, no está hecho con sustancia alguna del animalito. 
De hecho, si lo pienso bien, no me cabe en la cabeza que exista una fábrica con inmensos contenedores repletos de caracoles, unos pegados con otros, a los que se les "ordeñe" esa baba, puesto que se necesitarían millones de caracoles como para sustraer la cantidad adecuada de alantoína. Es surrealista. 
Y por otro lado, me angustia.
 Estoy bastante cansada de la explotación animal, que no me parece menos infame y cruel por ser sobre unos animalitos tan pequeños y añado,  simpáticos. 
Vale que la gente se los come, pero puedo verlo desde el punto de vista de nutrición, pero hacer ese sacrificio con la finalidad estética de la piel, habiendo otras muchas materias para el mismo efecto me parece, personalmente, lamentable.
Así que, más que cabrearme porque me digan que estos cosméticos están hechos con auténtica baba de caracol y luego sea una imitación de laboratorio, lo que me pasa es que me tranquiliza. 
Pero tampoco quiero que me engañen y sentirme manipulada hacia adquirir un producto porque me están vendiendo la idea de algo nuevo, diferente a lo demás y encima natural y luego no lo sea.

En algunos países como Méjico, Canadá o EE.UU, debido a las dudas suscitadas por este producto, los organismos pertinentes han retirado del mercado algunos de estos "productos milagrosos", que prometían demasiado en su publicidad sin ningún estudio científico que avalara sus exageradas afirmaciones.
Algunos laboratorios que han testado estos productos han verificado la ausencia de ciertos componentes que aseguran que proporciona la baba de caracol o en cantidades con escasa actividad biológica, hecho que ha obligado a enriquecer estos productos con moléculas externas como alantoína o elastina y ácido glicólico, no presentes en la baba de caracol.
Por lo tanto tenemos que, por ejemplo, la acción antimanchas que prometen viene del ácido glicólico ( que viene de la caña de azúcar, no de ningún animal) añadido.

Resumiendo:
 Los productos comercializados como de baba de caracol tienen efecto sobre la piel, pero es gracias a los principios activos que llevan incorporados que no son distintos de los que puedes encontrar en otros muchos productos ya presentes en el mercado.
Todo el bombo y platillo no es más que pura estrategia comercial.
Tú decides si aportar esos mismos principios activos a través de esta sustancia viscosa o de otra manera.

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