SANGRE DE DRAGÓN: RESINA DE BELLEZA.
Aunque su nombre no debe inducirnos a engaño, puesto que esta sustancia, está claro que no se obtiene de ningún dragón, por supuesto; sino que se extrae de un árbol del Alto Amazonas.
Se trata de una resina roja que producen unos árboles. En este caso el árbol Croton lechleri muell.
Es un producto orgánico, cien por cien natural que mediante un solvente, glicol, altamente purificado procedente de azúcares fermentados, se incorpora a las formulaciones de serums y cremas de belleza.
-Regenerador de la piel.
-Promotor de la formación de colágeno.
-Mejora los procesos de cicatrización.
-Anti-radicales libres.
Este producto, explican, en su acción regenerante es capaz de proteger y fortalecer las fibras de colágeno.
Puede reconstruir las uniones entre las fibras de colágeno y mantenerlas unidas.
E inhibe la acción de las enzimas que destruyen el colágeno.
Además, es un rellenador eficaz de arrugas.
Por otro lado, su acción cictrizante estimula la formación de costra.
Ayuda a la contracción de la herida.
Y también regenera la piel por la formación de colágeno.
Por sus características y propiedades, este principio activo está indicado en el tratamiento de pieles dañadas, quemadas o que han sido agredidas en tratamientos inadecuados; o por el efecto intencionado de una técnica que busca un resultado antiedad, antimanchas o anticicatrices como efecto secundario, por estimulación de las funciones de la piel. Como por ejemplo: después de un roller, laser, peeling químico fuerte, etc.
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