BENEFICIOS DE LOS FACTORES DE CRECIMIENTO EPIDÉRMICO EN LAS FORMULACIONES COSMÉTICAS


Los factores de crecimiento epidérmico, en inglés llamados Epidermic growth factor (EGF), son poderosas moléculas biológicas que controlan todos los aspectos de la diferenciación y proliferación celular. 

En 1986 los científicos Stanley Cohen y Rita Levi-Montalcini (descubridores de los EGF) fueron galardonados con el premio Nobel en Medicina por su búsqueda en la interpretación de la función de los EGF en biología celular.


Beneficios de los factores de crecimiento:

- Incrementa:
La proliferación de células epidérmicas, la producción de colágeno, la producción de ácido Hialurónico, la producción de elastina, la producción de fibronectina, laminina y glicosaminoglicanos, (componentes esenciales de la piel).

- Estimula el crecimiento de fibroblastos responsables de la producción de colágeno.
- Inhibe y previene la rotura celular.
- Disminuye las arrugas.
- Mejora la cicatrización.


Se ha demostrado clínicamente que los EGF incrementan la regeneración celular estimulando las células epidérmicas y dérmicas, lo que resulta muy beneficioso para tratar tanto el envejecimiento intrínseco como el fotoenvejecimiento, pues en ambos casos se produce una disminución de los niveles de EGF en la piel. 

Otro de los efectos de los EGF es el incremento de la proliferación celular y la producción de colágeno y elastina en la piel: lo que se traduce en una renovación rápida de la piel, una mejora de la textura, el tono y la elasticidad, con unos efectos antienvejecimiento visibles.


Podemos encontrar diferentes productos como ampollas, serums o cremas que cuentan en su formulación con Factores de crecimiento epidérmico. 

Además de ser estupendos aliados contra los signos del envejecimiento, ya que mejoran la regeneración y la cicatrización, se recomiendan tras todas aquellas técnicas de tratamiento estético profesional que momentáneamente ocasionen alteración de la piel. Es el caso de los tratamientos efectuados con el uso de dermarroller, empleo de láser, ácidos, dermoabrasiones, etc. Y en los post-tratamientos  antimanchas o de regeneración de cicatrices residuales del acné.


Son muchas las situaciones que pueden salir beneficiadas del uso de los EGF, cuando se quiere facilitar la recuperación de un tejido deteriorado.  

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